Contexto, ejes y objetivos
 

"Todos vuestros súbditos, Señor, están divididos en tantos cuerpos diferentes como estados diferentes hay en el reino. Son los anillos de una gran cadena, el primero de los cuales está en manos de Vuestra Majestad como jefe y administrador soberano de todo lo que constituye el cuerpo de la nación”.

Esta famosa arenga pronunciada en 1776 por Antoine-Louis Séguier a Luis XVI subraya como la sociedad del Antiguo Régimen se representaba a sí misma como una sociedad corporativa. Desde mediados del siglo XX, los historiadores han debatido sobre el valor que debía atribuirse a estos discursos y su capacidad para informarnos sobre la estructuración sociopolítica de las sociedades del Antiguo Régimen. Estos debates pueden resumirse en forma esquemática como un enfrentamiento entre dos posiciones (Cohen, 2010). Por un lado, un enfoque de historia intelectual veía en estos discursos la matriz de representaciones jurídicas y culturales que fundaban el orden social. Ha alimentado perspectivas holísticas que hacían de las sociedades del Antiguo Régimen formaciones sociales donde, por naturaleza, todo individuo estaba subordinado a la pertenencia a un cuerpo social, marcando así una clara ruptura con las sociedades individualistas nacidas de las revoluciones liberales del siglo XIX (Olivier-Martin, 1938; Maravall, 1972; Mousnier, 1974). Otro enfoque - nutrido por la tradición marxista - ha consistido en negar en bloque cualquier capacidad descriptiva a estas categorías de discurso. Producido por las élites sociales y políticas, el discurso jurídico en su conjunto fue descalificado como una mera emanación de los grupos dominantes. Era una simple ideología que oscurecía las verdaderas clasificaciones sociales que se basaban en dinámicas sociales y económicas más profundas. A un enfoque que pretendía analizar una sociedad a través de sus propias palabras, pero sospechoso de esencializarlas, se oponía otro que procuraba construir un aparato terminológico capaz de dar cuenta de las dinámicas sociales empíricamente observables, aunque ello supusiera utilizar categorías ajenas a las sociedades estudiadas (Porchnev, 1948; Anderson, 1974).

Este debate se ha renovado profundamente a partir de las últimas décadas del siglo XX, mediante enfoques que han descartado las perspectivas culturalistas y estructuralistas y su ambición conjunta de producir un modelo explicativo totalizador. Al cambiar la escala de análisis, al abordar las nociones de "cuerpo" o "comunidad" como estrategias discursivas, que no eran meros reflejos de una sociedad consensual, sino herramientas de poder que producían diferenciación y dominación, estos estudios han enfocado en los procesos de formación de los colectivos como dinámica política esencial del Antiguo Régimen (Clavero, 1986; Hespanha, 1989). Resulta que el corporativismo no es en absoluto una estructura hegemónica, estable y permanente a la que pertenecen naturalmente todos los individuos, sino es un dispositivo contingente, decidido en situaciones determinadas, que permite a los individuos formar un colectivo para controlar el acceso a un recurso (patrimonio, trabajo, recurso natural, etc.). Al basar el análisis de la sociedad de los cuerpos en la protección comunitaria de los recursos, estos trabajos han dado un giro decisivo que obliga a tener en cuenta, en una dialéctica permanente, lo que se incorpora y lo que no (Revel, 1987; Cerutti, 1990; Kaplan, 2001).

Ya sean efímeros o duraderos, la formación de los cuerpos constituye una dinámica esencial de las sociedades del Antiguo Régimen cuyas consecuencias políticas son aún poco conocidas. Al abordar esta cuestión desde la perspectiva de la incorporación y la desincorporación, este proyecto pretende subrayar la dimensión procesual del fenómeno e indagar en la comprensión del significado político de las acciones mediante las cuales los actores sociales fundan, perpetúan y disuelven los colectivos. Concretamente, los procesos de incorporación serían las acciones por las que un lugar, una renta, una actividad, un bien, una representación, una memoria… se instituyen como propios de las comunidades y destinados a un fin específico y cómo, a partir de ahí, el acceso a estos recursos reservados delimita categorías de personas. La desincorporación sería el proceso inverso que consiste en analizar cómo la enajenación de estos recursos, su disolución o apropiación abusiva afectan a las configuraciones sociales que se han formado en torno a ellos y dificultan la capacidad de estas comunidades para ser reconocidas como sujetos de derecho. En este sentido, adquiere un papel relevante los conflictos que se producen entorno a las clasificaciones sociales, porque ponen en juego no solo las solidaridades internas a cada colectivo, pero también el acceso a los recursos protegidos. Se quiere poner a prueba la hipótesis de que los procesos de incorporación y desincorporación de los cuerpos del Antiguo Régimen constituyen una perspectiva interpretativa del cambio social y político en un marco comparado entre diferentes territorios y sociedades.

 

Para desarrollar esta hipótesis, proponemos los siguientes objetivos generales:

1.    Caracterizar los cuerpos que forman las sociedades mediterráneas como construcciones culturales e ideológicas elaboradas por parte de los discursos dominantes.
2.    Identificar los hitos fundamentales en los procesos de construcción de los cuerpos mediante el análisis de los códigos, objetos materiales y acciones que los instituyen.
3.    Establecer la dualidad incorporación/desincorporación como perspectiva interpretativa del cambio social y político.

 

De los que se derivan los siguientes objetivos específicos:

1.    Analizar las pautas de actuación y representación cultural y simbólicas puestas en práctica por los diferentes cuerpos sociales.
2.    Estudiar la conflictividad y discordias que tuvieron lugar entre los diferentes cuerpos sociales y en el interior de cada uno de ellos y sus repercusiones en el funcionamiento de los mismos.
3.    Comparar los procesos de desintegración y reproducción de los cuerpos a través del análisis de las trayectorias e identidades de sus miembros.