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Animique, el proyecto de residencia de Assoukrou Aké, trata de deconstruir la carga mágica que conferimos a los objetos digitales, tanto profanos como sagrados, en nuestros rituales cotidianos. En la encrucijada de disciplinas, los discursos poéticos, filosóficos, psicoanalíticos y médicos dialogan para definir la construcción de lo que el artista define como el aparato anímico.

Desde el arte estatuario africano —con lo que conlleva de misterio y de intangible—, hasta los autómatas dotados de una inteligencia artificial, pasando por el estudio de los cuentos populares y los relatos mitológicos hispánicos y francófonos, el objetivo es explorar los mecanismos de dominación que ejerce un objeto habitado por una creencia que se pretende superior o sagrada. Animique, un proyecto plástico pluridisciplinar, se materializará en una serie de intercambios filmados que darán lugar a pinturas, collages mixtos a gran escala y una escultura performativa, retomando el principio mismo del objeto animado y de su posesión por un alma, un espíritu o incluso por la IA.