Eje II - Circulaciones, intercambios, redes

Este eje de investigación contempla reunir varias temáticas de investigación, procedentes de campos disciplinarios diferentes, alrededor de estructuras de relaciones de intercambios para analizar cómo las circulaciones de objetos, ideas, saberes, relatos, obras, técnicas o creencias forman conjuntos organizados de forma racional o empírica que pueden ser definidos como redes a escala de un “sistema-mundo”.

Los “tiempos ibéricos” y el enfoque  global. La historiografía y las ciencias sociales en su conjunto han estado profundamente marcadas desde finales de los años 90 por un enfoque llamado “global” de los fenómenos de interdependencia, de integración a escala planetaria, que busca renovar la comprensión de los procesos de globalización a largo plazo, mediante el análisis de la multiplicidad de formas de circulación y de intercambios entre las diferentes áreas económicas, políticas, culturales y religiosas, y entre los diferentes ecosistemas. Este viraje de la World History o de la Global History relanza, en un contexto diferente, el proyecto de una “historia sin orillas” expuesto por Lucien Febvre, que se reformula en etiquetas tales como la historia “conectada” o la historia “transnacional”. Estos enfoques proponen1, como declaró Sanjay Subrahmanyam en su lección inaugural en el Colegio de Francia en 2013, “una historia global que no está abocada a reemplazar una historia hecha a escala regional, nacional o continental, sino a completarla”2. La unidad del Mediterráneo postulada en la época de F. Braudel y posteriormente en la del antropólogo Michael Herzfeld ha sido desmontada por los Postcolonial Studies y más recientemente por los World y Global Studies3. Estos últimos, rompiendo el corsé del enfoque europeísta y puramente territorial, han abierto unos horizontes renovados centrados en el entorno, las circulaciones, los intercambios y las migraciones, dentro de una perspectiva transregional o transnacional. Aunque el espacio marítimo es extraído de las contingencias políticas y presentado como un mundo, si bien global, pero fragmentado en microrregiones interconectadas entre sí, el feliz desarrollo de los Sea Studies4 lleva a replantear las problemáticas tomando en consideración otras escalas; este marco ampliado obliga a abrirnos a los espacios de la movilidad, de la circulación y de la fluidez. 

El EHEHI tiene como vocación, por su implantación “trasnacional” en el área de habla hispana, de participar en estos debates actuales que abordan la cuestión de las circulaciones y de los intercambios como un lugar central de cambio de paradigma y de cambio de escala en las ciencias humanas. Como ha subrayado Serge Gruzinski, desde la romanización de la Península hasta la época islámica de al-Ándalus, y más tarde en la proyección al otro lado del Atlántico del imperio desde la monarquía católica hasta la época moderna, los “tiempos ibéricos” han estado profundamente marcados por unos “procesos globalizadores” sucesivos5. Éstos no deben ser abusivamente unificados, sino por el contrario analizados en la especificidad de las circulaciones de los individuos, instituciones, prácticas, creencias y bienes que fundamentan las construcciones y las mutaciones de las sociedades del área hispánica.

Los espacios ibéricos y los modos de circulación en el sistema-mundo. Los estudios dedicados a estos “tiempos ibéricos” y a la complejidad de los intercambios que se producen en ellos, permitirán analizar cómo se construyen en los espacios ibéricos unos flujos de circulación a escala planetaria. De este modo, privilegiaremos los trabajos que estudian cómo se organizan, según las épocas, los cambios de escala de las estrategias locales o regionales, cuando se establecen unos intercambios que desbordan ampliamente los marcos sociopolíticos de las comunidades que sitúan a las ciudades, las etnias o los Estados dentro de la trama de redes complejas, del tamaño de un “sistema-mundo”6. La distinción entre “economía-mundo” de herencia braudeliana e “imperio-mundo” propuesto por Immanuel Wallerstein contribuye por ejemplo a abrir y a afinar el análisis de las lógicas de expansión y de las estrategias de hegemonía que fundamentan los fenómenos de las circulaciones y la constitución efectiva de redes a escala mundial, se trate de la época moderna, contemporánea o antigua.

Dentro de esta óptica, buscaremos explorar las circulaciones con un largo radio de acción, a través a la vez de los espacios marítimos distantes (del Mediterráneo oriental a las costas americanas, incluso escandinavas) y de las rutas terrestres que conectan más específicamente los territorios del sur del Mediterráneo con los del norte de Europa. La localización concreta de las zonas de paso obligatorias para los hombres (desplazamientos relacionados con el comercio, las prácticas religiosas o los flujos migratorios), las mercancías, las ideas o los modelos culturales, el inventario de puertos e infraestructuras materiales creados, el arsenal jurídico relacionado con la cuestión de la territorialización del mar, del derecho marítimo y los intercambios o la identificación de los actores (corporaciones de comerciantes, agentes de cambio, administradores) son aspectos que deben permitir comprender la geoestrategia de los conflictos y de las rivalidades que suscita el control de los flujos de circulaciones y de intercambios.

Por último, las circulaciones y los intercambios contribuyen a dar forma a diferentes regímenes de “geoculturas”, polarizados alrededor de diferentes áreas de influencia, que desarrollan unas lógicas de mestizaje, de aculturación o de uniformización entre las diferentes unidades que realizan los flujos de intercambios. Así, contemplar las problemáticas epistemológicas e historiográficas planteadas por estas circulaciones e intercambios materiales e inmateriales implica interrogarse sobre la dimensión móvil de las sociedades europeas y sobre su aspecto interconectado con los demás espacios culturales mundiales. Estas problemáticas circulatorias desempeñan un papel significativo en los procesos de escritura de la historia.

De las circulaciones a los análisis de redes. Los enfoques propuestos invitan a destacar el estudio de las dinámicas y de los procesos en detrimento de aquellos, largo tiempo preponderantes en las ciencias sociales, de las estructuras. En otras palabras, el conjunto de análisis y problemáticas aquí contemplados invita a abordar los fenómenos sociales movilizando unos enfoques que puedan integrar las relaciones entre actores capaces de articular los diversos medios sociales y, en primer lugar tal vez, entre los actores políticos y económicos. Estos enfoques incitan asimismo a formular, en los diversos proyectos que serán propuestos, toda una serie de cuestiones sobre las relaciones entre la configuración de los grupos sociales, las dinámicas conflictuales que se expresan en su seno y las evoluciones en las que desembocan, teniendo en cuenta a la vez los diversos contextos en los que estos procesos se manifiestan así como las estrategias de los actores implicados. La propuesta es dibujar unos perímetros de investigación que articulen el análisis de las estrategias de los actores con el de sus vínculos sociales, tomando a la vez en consideración las reglas del juego social. 

Tal vez no sea inútil recordar que estos debates no tienen nada de radicalmente novedoso dado que, ya en los años 80, algunos incitaban a explorar esta vía, muy especialmente dentro de la comunidad de historiadores. Nos remitimos aquí en particular a los trabajos decisivos, un tanto olvidados hoy, de Norbert Elias. En sus investigaciones sobre las estructuras institucionales, como el Estado, la familia o la fábrica, invitaba a que fuesen abordadas en términos de configuraciones dinámicas, es decir, como sistemas dentro de los cuales prevalecen las interdependencias de tipo personal7. De este modo y sobre unos fundamentos de naturaleza más social que jurídica para el primero o socioeconómica para el segundo, N. Elias se proponía revisitar la célebre controversia que, a lo largo de los años 60, opuso a R. Mousnier y a E. Labrousse alrededor de las nociones de orden y de clase en sus análisis de las jerarquías y de estratificación social de las sociedades del Antiguo Régimen. Es por tanto a una vuelta pero también a una superación de estos viejos debates a partir de análisis relacionales a lo que el enfoque planteado propone contribuir, aplicándolos a la escala de los mundos mediterráneo y atlántico.

Estos debates de historiadores adquieren todo su sentido si recordamos que estas objeciones a los enfoques entonces dominantes remitían a las aportaciones teóricas procedentes de la llamada Escuela de Chicago y del desarrollo de los análisis impulsados por la sociología de las redes nacidos en los años 50. Esta última permitió en particular alejarse de los enfoques funcionalistas, entonces predominantes en esta disciplina, para volver a pensar el funcionamiento de lo social reconociendo al actor una parte de iniciativa que tanto el funcionalismo como el estructuralismo le negaban. Los análisis, que esta nueva corriente de pensamiento permitió de este modo realizar en el conjunto de las ciencias sociales, han contribuido a una profunda renovación de las problemáticas estudiadas a partir de los años 90, siendo hoy los análisis de las redes una de las manifestaciones más brillantes y mejor compartidas. De la historia a la geografía, pasando por la sociología o la antropología y la ciencia económica, los análisis del nivel micro, combinando el “juego de escala” formalizado por B. Lepetit, dialogan actualmente de forma útil con los enfoques globales y de nivel macro antaño privilegiados de forma exclusiva. 

Deseamos pues invitar a que los programas que se integrarán en este eje desarrollen esta dialéctica entre estos dos niveles de análisis. Privilegiando las cuestiones de movilidad, de circulación tanto de los actores como de los bienes, materiales como inmateriales, es decir de superación de las fronteras espaciales, sociales o comunitarias, este eje de investigación podrá de este modo reunir a investigadores pertenecientes a los diversos campos disciplinarios del conjunto de las ciencias sociales, se trate de arqueología, historia, geografía, ordenación del territorio, historia del arte, sociología, antropología o ciencias económicas y de la comunicación.

1 Caroline DOUKI, Philippe MINARD, « Histoire globale, histoires connectées : un changement d'échelle historiographique ? Introduction », Revue d’histoire moderne et contemporaine 5/2007, n° 54, p. 7-21.

2 Sanjay SUBRAHMANYAM, Aux origines de l’histoire globale, Paris, Collège de France/Fayard, 2014, p. 63.

3 Marie Noëlle BOURGUET, Bernard LEPETIT, Daniel NORDMAN et Maroula SINARELLIS (dir.), L’invention scientifique de la Méditerranée : Égypte, Morée, Algérie, Paris, Éd. de l'EHESS,1998 ; Dionigi ALBERA, Anton BLOK, Christian BROMBERGER, L’Anthropologie de la Méditerranée, Cahors, Maisonneuve et Larose, Maison méditerranéenne des sciences de l’homme, 2001.

4 Peregrine HORDEN, Nicholas PURCELL, The Corrupting Sea: A Study of Mediterranean History, Oxford, Blackwell, 2000.

Serge GRUZINSKI, Les quatre parties du monde. Histoire d’une mondialisation, Paris, La Martinière, 2004.

6 Immanuel WALLERSTEIN, Comprendre le monde. Introduction à l’analyse des systèmes-monde, Paris, La Découverte, 2006.

7 Norbert ELIAS, La civilisation des mœurs, Paris, Calmann-Levy, 1973 ; id., La société de cour, Paris, Calmann-Levy, 1974. Voir aussi du même auteur, Qu'est-ce que la sociologie ?, Paris, Pandora, 1981.