ANTILLAS

Cartografiando la identidad de las Antillas (siglos XIX-XXI)

El Caribe en general, y de manera particular las Antillas, es un espacio difícil de cartografiar por sus perfiles difusos, tanto desde el punto de vista geográfico como en los ingredientes que forjan una supuesta identidad caribeña y su devenir en el tiempo.
Las Antillas, marcadas por las distintas experiencias coloniales, mantienen gran variedad idiomática, poblacional, económica y política. Ello provoca por un lado que parte de la población de las Antillas no se reconozca bajo el término antillanidad, y por otro que entre las respectivas comunidades de historiadores de uno y otro lado del Atlántico existan aún dificultades para superar las fronteras nacionales y lingüísticas.

El estudio comparado de las Antillas francesas e hispanas y el análisis transversal y multidisciplinar contribuirá a desbrozar el origen de la noción de antillanidad y examinar las fuerzas regionales que combaten esa idea e impiden una estrategia común.

Antecedentes del tema

El proyecto busca analizar y ofrecer visiones integradas y comparadas de la/s identidad/es de las Antillas a partir de estudios de caso y se articulará alrededor de varios objetivos. El interés del proyecto radica en la transversalidad de los estudios y en el enfoque comparado. En este sentido hay que apuntar que son escasos los autores o grupos que han realizado estudios comparados de las Antillas. En este panorama tan sólo destacan algunos trabajos hechos desde la historia económica sobre la esclavitud y la plantación azucarera. Entre ellos cabe citar: R. Guerra Azúcar y población de las Antillas (1921); E. Williams, The Negro in the Caribbean (1942), From Columbus to Castro (1970); H. Hoetink, Caribbean Race Relations: A Study of Two Variants (1971); S. W. Mintz, Caribbean Transformation  (1974), Sweetness and Power (1985); A. Díaz Quiñones, El Caribe entre imperios, Op. Cit., 9 (1997); C. Ayala, American Sugar Kingdom: The Plantation Economy of the Spanish Caribbean 1898-1934 (1999); así como las obras que presentan una visión general del Caribe a partir de la historia política, como: F. Knight, The Caribbean: Génesis of a Fragmentary Nationalism (1978)  y otros libros de 1970, 1990, 1991; G. Lewis, “Migration and Caribbean Consciousness”, Caribbean Educational Bulletin, 9 (1982) y Main Currents in Caribbean Thought (1983); W. Mintz y Sally Price (eds.), Caribbean Contours (1985).

El panorama comparativo que ofrecen los estudios enfocados desde la historia social y cultural es amplio e interesante: S. Mintz, Peoples and Cultures of the Caribbean (1971); A. Barrios, Antropología socioeconómica del Caribe (1974); M. E. Crahan y F. W. Knight (eds.), Africa and the Caribbean (1979); F. Moya Pons y S. L. Engerman (eds.), Between Slavery and Free Labor: The Spanish Speaking Caribbean in the Nineteenth Century (1985); H. Klein, Teoría y política de la construcción de identidades y diferencias en el Caribe (1986); A. Bansart (comp.), El Caribe: Identidad Cultural y Desarrollo (1989); B. Solow (ed.), Slavery and the rise of the Atlantic System (1991); G. Oostindie (ed.), Ethnicity in the Caribbean: Essays in Honor of Harry Hoetink, (1996); Á. G. Quintero Rivera, Cuerpo y cultura. Las músicas “mulatas” y la subversión del baile (2009),  entre otros. A pesar de su interés, la mayoría de ellos han focalizado su interés en estudiar la esclavitud y el monocultivo azucarero como los elementos básicos de la identidad, excluyendo en su análisis otros elementos que están presentes en los imaginarios identitarios de las Antillas.

Parte de los integrantes del equipo hispanofrancés del proyecto presentado vienen trabajando desde hace años sobre algunos de los objetivos que incluye el proyecto. Reuniones y seminarios compartidos en distintos espacios académicos, propiciados por la Casa de Velázquez y el CSIC, así como por la Asociación de Historiadores de América Latina, en la que formamos un grupo dedicado al Caribe, han generado un debate en torno a un Caribe de nuevas dimensiones y enfoques diversos. Asimismo los componentes de ambos equipos forman parte de la Red Internacional de Estudios Comparados del Caribe y Mundo Atlántico (http://www.reccma.es).

Además de los seminarios y congresos en los que los investigadores de ambos equipos han participado, también lo han hecho en obras colectivas. Entre ellas pueden citarse Imágenes e imaginarios nacionales en el Ultramar español, coordinada por Consuelo Naranjo y Carlos Serrano (1999); Pasión por la libertad. El independentismo puertorriqueño de Betances a nuestros días, coordinado por Félix Ojeda y Paul Estrade (2000); Regards croisés. Cuba/Espagne (XIXe-XXe s), Travaux et Documents, 29, coordinado por Françoise Moulin Civil (2005); Historia de Cuba, vol. 1 de la Historia de las Antillas, dirigida por Consuelo Naranjo (2009), y De la Isla al archipiélago en el mundo hispano, editado por Consuelo Naranjo, Françoise Moulin Civil y Xavier Huetz de Lemps (2009), entre otras.

Por otra parte, como se aprecia en los curricula, los integrantes de ambos equipos tienen una larga trayectoria consolidada en los estudios sobre las Antillas en los siglos XIX y XX. Su puesta en común prevé resultados interesantes debido a la interdisciplinariedad de los equipos que permite abordar el tema de manera transversal y a la vez comparativa, entre las Antillas hispanas y las Antillas francesas.

Hipótesis y objetivos de la investigación

Hipótesis

Partimos de la idea de que la formulación de la identidad en las Antillas conlleva una tensión provocada por el intento de unificar una realidad múltiple y fragmentada que, sin embargo, comparte varios elementos que crearon un sustrato común identitario. La utilización de la Antillanidad, como idea que agrupa y define la identidad de estas islas, es un concepto contemporáneo que, elaborado como una categoría supranacional, supone uniformidad en contraste con la idea que se lanza desde el nacionalismo local. Este concepto entraña la visión polarizada de una unidad frente a la fragmentación, es decir un intento de fusionar la fragmentada unidad.

Más allá de la insularidad y la negritud impuestas por la geografía, la colonización europea y el desarrollo de la plantación azucarera esclavista, sobre el archipiélago antillano actuaron otros elementos que fueron conformando identidades locales y nacionales que han provocado que sus habitantes no se reconozcan bajo el término de antillanos.

Por otra parte, partimos de la hipótesis de que en algunas Antillas el campesino constituye el símbolo de la identidad nacional. El análisis de la formación de esta imagen contribuirá a conocer hasta qué punto también puede ser la metáfora de una identidad antillana y caribeña.

Objetivos

1-Estudio de las sociedades y culturas criollas surgidas en las Antillas francesas, y españolas. Para ello se procederá a examinar los sistemas coloniales (político, poblacionista y cultural).

Los distintos sistemas coloniales marcaron el desarrollo de las colonias antillanas. Más allá de este hecho, nos interesa también conocer de qué manera la vinculación con la metrópoli ha influido en el diseño de la identidad y en el reconocimiento de sus habitantes como parte de un contexto geográfico o bien como miembros de una comunidad más amplia, extraterritorial, al estar vinculados con su antigua metrópoli. Desde este punto de vista, el caso francés no deja de ser interesante ya que las Antillas francesas son, con relación a la metrópoli, territorios de ultramar y dependientes de la administración francesa.

2- Análisis de los fundamentos identitarios de la Antillanidad.

En un primer subobjetivo se procederá al estudio de la Antillanidad en las literaturas del Caribe, tanto de habla hispana como francesa; en particular, se contemplará la evolución del concepto, desde un XIX protonacional hasta el estallido de las nacionalidades a lo largo del XX, culminando esta evolución en una fragmentación extraterritorial debida en gran parte al fenómeno postnacional de las diásporas.
Un segundo subobjetivo es el examen de la construcción de la Antillanidad como proyecto político. Además de las ideas de Ramón Emeterio Betances o de Eugenio María Hostos sobre la posibilidad de crear una confederación antillana en el siglo XIX, nos interesa estudiar los proyectos políticos y económicos desplegados en el siglo XX con fines similares. El propósito es trabajar en los fundamentos culturales e identitarios que pudieron provocar el fracaso de los mismos.
En tercer lugar, se valorarán los elementos elegidos para crear imaginarios identitarios unitarios tanto generales como nacionales. Este aspecto es de particular importancia en un espacio atravesado por varios elementos que dificultaron la integración nacional y la definición de una identidad común. Para ello se trabajarán los espacios donde se negoció la identidad, hacia dentro y hacia fuera, con sus metrópolis cuando eran colonias.

3- Examen de los procesos de criollización: toma de conciencia de las diferencias y definición de la identidad.

Para llevar a cabo este objetivo se trabajarán los discursos civilizatorios  que desde finales del siglo XVIII, en el caso de las Antillas hispanas, fueron perfilando su identidad. En el estudio de estos discursos, además de trabajar la evolución del concepto civilización, se estudiarán los otros términos que fueron dando y cambiando de significado al término civilización, especialmente la geografía y sus frutos, la población y la “raza”.
Su análisis se realizará a partir del examen de los textos de contenido económico, político y científico, así como de la prensa y de la literatura.

4 -Estudio de la formación de la nación/es a partir de la aprehensión del espacio.

En este apartado la investigación se centra en la importancia que tuvo la geografía y el conocimiento del territorio para la forja de la identidad. Para ello trabajaremos, por una parte, las expediciones científicas como instrumentos que posibilitaron cartografiar el Caribe, además de ser vectores de la circulación de ideas y de conocimiento. Por otra parte, se trabajará de qué manera la creación de espacios agrícolas, es decir del uso del espacio, condujo a generar culturas diferentes: monocultivo azucarero versus diversificación.
Los análisis económicos y sociales contribuirán a explicar las representaciones económicas y culturales del campesino observadas a lo largo de todo el Caribe como parte de lo que Antonio Benítez Rojo llamaba metaarchipiélago cultural o la isla que se repite.

5- Análisis de las ideas y de los textos como instrumentos generadores e impulsores de la identidad:

  • En un primer subobjetivo, se estudiarán aquellos textos –de índole literaria o ensayística- que intentan definir la identidad caribeña desde un punto de vista integrador. Desde esta perspectiva, son muy relevantes las propuestas de los cubanos Antonio Benítez Rojo o Roberto Fernández Retamar y de los antillanos franceses Edouard Glissant, Raphaël Confiant, Jean Bernabé, Patrick Chamoiseau o Daniel Maximin.
  • Un segundo subobjetivo es el análisis de los textos impresos que forjaron identidades múltiples y comunes: autores, temáticas, conceptos, elementos visuales (grabados, mapas), traducciones, circulación de ediciones, estrategias y agentes de distribución, impacto, “reutilización” de narrativas y plagios, etc.

El análisis de estos textos se completará con la valoración de la influencia ulterior que los discursos y modelos fijados tuvieron para el devenir histórico de cada uno de los territorios.

6- Estudio de la circulación de conocimiento y génesis de una red intelectual y científica.

Para llevarlo a cabo se analizarán las obras de distintos intelectuales y científicos criollos y metropolitanos que contribuyeron a forjar espacios de conocimiento y experimentación. Desde mediados del siglo XIX existió en las Antillas hispanas un grupo de pensadores interesados en aplicar la ciencia al progreso agrícola de sus sociedades locales. Muchos de ellos viajaron a los centros del saber metropolitano (Francia, Inglaterra, España, Estados Unidos) para completar su formación, fundamentalmente como químicos e ingenieros agrónomos. El estudio de figuras como Ramón de La Sagra, Francisco Frías y Jacott, Álvaro Reynoso, Carlos Theye, José Julián Acosta, entre otros, que debieron coincidir en centros de investigación, universidades y en tertulias en España y en Francia permitirá dibujar las redes de conocimiento que se forjaron a ambos lados del Atlántico.