Del 29 de abril al 31 de mayo de 2016
Inauguración el viernes 29 de abril, a las 20h00
C/ Lagasca 95
28006 Madrid
Galería CN Lagasca
Presentación
La obra de Roxana Garea nos devuelve la memoria de las experiencias infantiles en la que las formas, los colores y la materia se nos revelaban como fascinantes repertorios para manipular. No se trata de series sino de piezas sueltas que nos invitan a intervenirlas, a transformarlas uniendo unas a otras, para encontrar una forma diferente, modi car su sentido primigenio al encastrarlas según la aleatoria decisión del espectador.
Como las piezas del tagram chino o como las piezas de madera que creó Joaquín Torres García para fabricar juegos de niños. Pero aquí no hay dos piezas iguales y cada una resguarda su singularidad, su identidad.
Si para Luis Felipe Noé el artista es un eterno aprendiz de brujo, podemos pensar la obra de arte como un objeto que a diferencia de otros objetos útiles creados por el hombre, tiene el poder casi mágico de liberarnos del sentido común.
La cultura impone modelos a través de formas estereotipadas que los medios de comunicación distribuyen por sus cada vez más e caces canales a un público cada vez más global. El arte como un contraveneno a los estereotipos y cliché de los íconos mediáticos le permite al espectador liberar su imaginación y acceder a otras formas de ser y de pensar.
Garea indaga en un repertorio de formas que lindan entre la geometría y las curvas sensibles de la naturaleza, que no se dejan atrapar por los esquemas pero que nos permiten pensarlas y sentirlas en su desinhibida sencillez, en su graciosa materialidad, en la candidez epidérmica de la madera. Sugieren, sin ser serviles, a arquetipos, formas que Carl Jung descubrió en la arqueología de la memoria del inconsciente colectivo.
Son símbolos cuyo sentido metafórico es abierto, indescifrable pero familiar a esas geometrías y estereometrías que aprendimos en la escuela. Roxana Garea expone en esta muestra todo el proceso creativo de una obra incali cable que tiene su génesis en la idea, en el dibujo en el plano del papel y desde allí las estereometrías geométricas se corporizan y ocupan el espacio. Desde el concepto al objeto, el acto de creación gana sin mácula el espacio tridimensional, conjugando la materia prima, la madera, con el color que las completan diferencian y animan.
Formas aisladas o encastradas, cercanas y singulares las imágenes de Garea nos interpelan, se nos ofrecen como piezas de un juego y con el mismo hálito que despiertan en la imaginación remontan vuelo.
Adriana Laurenzi
